Durante décadas, organizaciones de afectados y grupos de activistas ambientales y de derechos humanos hemos estado luchando contra la construcción de grandes represas y a favor de las comunidades, el agua y la vida.

Un logro importante fue forzar a que los principales promotores de estas obras aceptaran revisar el desempeño de las grandes represas en todo el mundo. Así surgió la Comisión Mundial de Represas, un grupo multi-sectorial que se encargó de llevar adelante un proceso participativo de evaluación integral de las represas existentes.

El proceso duró dos años y medio y los resultados constan en un informe llamado: represas y desarrollo. Un nuevo marco para la toma de decisiones.

Este informe es la resultante de un arduo diálogo entre sectores antagónicos. Por lo que no sorprende entonces que haya algunas omisiones o que se adopten formulaciones salomónicas en algunos puntos. Sin embargo, pensamos que este informe puede contribuir al abandono de una visión del 'desarrollo' que justifica la realización de proyectos fastuosos con la finalidad de ofrecer una oferta voluminosa de energía para sectores demográfica y económicamente concentrados. Sus recomendaciones pueden ayudar a poner fin a la era de las grandes represas' y dar inicio a un mundo verdaderamente sustentable.