Corredores Bioculturales (Marane’y rape)

Los corredores bioculturales (Marane’y rape) se basan en la creencia de La Tierra sin Mal (Yvymarane’y); esa creencia mítica Tupi Guaraní, en un lugar donde todo florece y fructifica, donde no hay mal, sufrimiento, daño ni muerte provocada, ese lugar parecido al paraíso de todas las culturas de la Tierra, que no está en otra parte, sino aquí mismo en esta Tierra como realidad y sueño, como proyección o profecía, como posibilidad gnoseológica y ontológica, que también permanece latente en mitos semejantes en muchos pueblos indígenas y campesinos de Abya Yala y en quienes hacemos propio ese sueño. El camino hacia la Tierra sin Mal pasa por la afirmación de los territorios y la memoria es una dimensión de ese territorio. La memoria tiene que ser un elemento fundamental de empoderamiento de los pueblos.

Estos corredores bioculturales son resultado de la reconstrucción de una antigua unidad biocultural, existente en las Cuencas del Paraguay; Paraná y Plata (Paraguaý) desde hace milenios: el Valle Central de las Cuencas del Paraguay; Paraná y Plata y su gran Sistema de Humedales, que atraviesa la cuenca de Norte a Sur. Ya existían y existen hasta hoy corredores a lo largo de los cursos de agua y cuerpos de agua, y de los bosques y ecosistemas que los protegen. Estos tienen una serie de valores y elementos tanto biológicos como culturales de significación ecológica, simbólica e histórica. La homeostasis de estos corredores es lo que mantiene viva la red de la vida. Estos corredores emanan desde el marco de la comprensión del tejido biológico, ecológico, simbólico, cultural, social e histórico, en el cual  se desarrolla la vida, que encaramos con enfoque de derechos, para asegurar que no exista discriminación de clase, étnica, de género , ni de ningún otro tipo.  Implica el fortalecimiento de las comunidades, como sujetos políticos fundamentales.

EL concepto de corredor biocultural surge de la necesidad en que los ecosistemas y las comunidades tradicionales, se mantengan interconectados, con el fin de permitir la continuidad de los procesos ecológicos, como el intercambio genético, la evolución, la migración y repoblación;  al mismo tiempo que el patrimonio cultural tangible e intangible se valorice en ese contexto. La conectividad contribuye a mantener la resiliencia de los ecosistemas y de las comunidades, permitiendo el fluir de las especies y su proceso adaptación a las cambiantes condiciones climáticas, así como el continuo intercambio y evolución de los valores culturales.

El sistema de humedales del Valle Central de las Cuencas Paraguay; Paraná y Plata (el Paraguaý originario) es una unidad de vida. Es un continuo histórico, geológico, hidrológico, ecológico, biológico y cultural; uno de los más importantes del Planeta Tierra. Este gran corredor biocultural está integrado por territorios constituidos en procesos de construcción política, ecológica y culturalmente apropiados. Cuando se habla de corredor biocultural, es necesario hacer inteligible la conexión de los ecosistemas con los procesos históricos, antropológicos y políticos. Es fundamental la conciencia territorial y de pertenencia a una unidad territorial, en nuestro caso, una gran cuenca. Una visión de escala mayor debe ser urgentemente incorporada.  La construcción de esa territorialidad debe ser parte del pensamiento (como imaginario) social y político.

La redefinición territorial de esta región, hacia una agenda positiva, requiere de importantes e innovadores procesos de defensa activa y restauración. Vivimos en la actualidad un modelo que amenaza la sobrevivencia de valiosos ecosistemas y culturas que aseguran la sustentabilidad del desarrollo. Las comunidades tradicionales son las grandes protagonistas, por lo tanto, constituyen la vía verdadera para la generación de los corredores bioculturales que a su vez asegurarán el bienestar y un futuro posible para toda la región.

El río Paraguay corre a lo largo del interior del Gran Chaco húmedo. El Valle Central es uno de los mayores sistemas de humedales continuo de la Tierra; es el único que abarca franjas climáticas tropical, sub tropical y templada. Este sistema de humedales continuos ha desarrollado un conjunto de diversidad biológica que a su vez permitió el desarrollo de una gran diversidad de culturas. Este gran sistema de humedales es fuente de alimentos para millones de personas.

Reconstruir la historia socioambiental de las Cuencas Paraguay; Paraná y Plata, (el Paraguaý originario), va íntimamente asociado a la necesaria reversión del proceso de destrucción actualmente en curso. Los Corredores Bioculturales son estratégicos para la sustentabilidad del desarrollo de América del Sur.